Efesios 4:24
miércoles, 18 de agosto de 2010
Perfectos en Cristo
Dios, nuestro Padre nos quiere perfectos, aunque exista el cliché mundano de la frase: ''Nadie es perfecto'', no debe ser el argumento esgrimido por un cristiano que se precie de llamarse hijo de Dios. Así es, no tenemos excusa, debemos creer en Su Palabra, apropiarnos de ella y ser hacedores.
Dios nos ha dado de Su Espíritu para que cada día podamos ser edificados, en este proceso que Dios empieza, El mismo establece a sus hijos con diferentes ministerios (v. 11), estos tienen un mismo fin, perfeccionarnos.
Desde el momento que Dios nos hace Sus hijos, Su poder opera en nosotros para quitar, transformar y corregir todo aquello que para El representa un tropiezo, primero en nuestras vidas y luego para sus propósitos, y, este proceso de cambio que empieza en nuestro interior no nos resulta muy agradable, pues vemos que debemos tomar decisiones para cambiar aquello que tanto nos gusta y no queremos dejar, ya sean hábitos pecaminosos y pecados gustosos, por llamarlo de alguna forma, y con los cuales empezamos a batallar.
Esta lucha diaria entre El Espíritu de Dios y nuestra carnalidad en la cual todos estamos inmersos es la que detiene el progreso del Reino de Dios aquí en la tierra, hacer ''lo bueno'' no está en nosotros.Esta confrontación es lo que experimentó el apóstol Pablo en su momento (Romanos 7).
Nuestra voluntad de decidir siempre estará influenciada por nuestra naturaleza caída, y como lo dice Dios, nuestro corazón engañoso y perverso. (Jeremías 17:9) Estas palabras de parte de Dios pueden ser duras, pero, no por eso dejan de ser una verdad, por lo tanto, Dios no sólo nos da de Su Espíritu sino también un corazón nuevo (de carne y no de piedra - Ezequiel 11:19)
¿Entonces, cómo podemos progresar en nuestra perfección?
Cristo nos dice: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)
Mientras tengamos a Cristo en nuestras vidas, la luz que necesitamos nos hará ver lo que Dios desea mostrarnos. El va delante de nosotros, pues a El le seguimos y somos iluminados por Su luz, la cual también está en Su Palabra.Recordemos lo que Jesús oró: Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. (Juan 17:17) (Ef. 4:15)
Nuestra cosmovisión de las cosas cambiarán mientras más escudriñemos en Su palabra y por sobre todo depositemos fe en Sus promesas. Dios quiere que veamos desde su punto vista y no desde nuestra perspectiva, la cual, como ya dije, está influenciada por nuestra naturaleza caída y corazón engañoso.
Nuestro Soberano y Amado Padre celestial empezó una obra única en tu vida, descansa en El, déjate guiar por su Santo Espíritu, cree en Su palabra, sé obediente y empieza a tomar decisiones para convertirte en un hijo que edifica Su Reino aquí en este mundo, es un desafío y un enorme privilegio servirle.
A El sea toda la Gloria, en el nombre de Jesús.
Amén.
lunes, 12 de abril de 2010
El Amor de Dios
Dios es Amor
1ra. de Juan cap. 4
4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 4:11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 4:12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 4:13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 4:15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 4:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Dios ha hablado, no hay nada que agregar.
A su Nombre, Gloria!
Amén.
(Agradezco al sitio ArteParaJesus por la imagen). Dios los siga bendiciendo.
martes, 12 de enero de 2010
Juan 15
lunes, 11 de enero de 2010
El desafío del discípulo de Cristo
Todo aquel que haya aceptado a Jesucristo como Su Señor y Salvador debe estar dispuesto a hacerse un pescador de hombres, tal labor es un privilegio que el Señor nos ha otorgado y servirle a El debe ser nuestra meta diaria. La Gran comisión de IR y predicar Su Evangelio a toda criatura, es una tarea que demanda esfuerzo, tiempo y recursos, pero aún asi debe hacerse por Amor al Señor y por Su causa, que gran privilegio!, debemos hacerlo para Su Gloria. Aleluya!, estamos desafiados constantemente por Su Palabra para trabajar en Su Reino, El Señor necesita de Su iglesia, El es nuestra Cabeza y pertenecemos a Su cuerpo (la iglesia, aquellos que los aceptaron como Su único Señor y Salvador)
Lo que los hombres pueden hacer deben hacerlo y El se encarga de lo Sobrenatural, a mi memoria viene la resurrección de Lázaro, El ordenó quitar la piedra del sepulcro, un esfuerzo físico que habrá demandado energía, pero pudo ser hecho por varios hombres, el milagro vino después, de lo sobrenatural Dios se encarga.
Así también puede ser una circunstancia personal, cuando hayamos hecho todo lo que estaba en nuestras manos y aún asi no veamos el resultado que esperamos, solo nos queda confiar en que Jesús hará el resto, el cómo ya queda a Su cargo y en Sus manos, confiar en El nos trae paz y seguridad, El sabe mejor que nosotros lo que necesitamos. Acércate confiadamente al trono de su Abundante Gracia. Dios te Bendiga
Exhortación a dejar el ''Viejo hombre''
Carta a los Efesios - Cap. 4
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
La forma imperativa de la carta de Pablo a los Efesios exige una verdadera transformación de actitudes, utilizando analogías en las cuales podemos tener bien claro cuál fue y es el propósito de su carta, inspiración del Espíritu Santo de Dios.