martes, 12 de enero de 2010

Juan 15

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3- Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5-Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6- El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7- Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8- En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9- Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10- Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11- Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12- Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros

lunes, 11 de enero de 2010

El desafío del discípulo de Cristo


Todo aquel que haya aceptado a Jesucristo como Su Señor y Salvador debe estar dispuesto a hacerse un pescador de hombres, tal labor es un privilegio que el Señor nos ha otorgado y servirle a El debe ser nuestra meta diaria. La Gran comisión de IR y predicar Su Evangelio a toda criatura, es una tarea que demanda esfuerzo, tiempo y recursos, pero aún asi debe hacerse por Amor al Señor y por Su causa, que gran privilegio!, debemos hacerlo para Su Gloria. Aleluya!, estamos desafiados constantemente por Su Palabra para trabajar en Su Reino, El Señor necesita de Su iglesia, El es nuestra Cabeza y pertenecemos a Su cuerpo (la iglesia, aquellos que los aceptaron como Su único Señor y Salvador)

Lo que los hombres pueden hacer deben hacerlo y El se encarga de lo Sobrenatural, a mi memoria viene la resurrección de Lázaro, El ordenó quitar la piedra del sepulcro, un esfuerzo físico que habrá demandado energía, pero pudo ser hecho por varios hombres, el milagro vino después, de lo sobrenatural Dios se encarga.

Así también puede ser una circunstancia personal, cuando hayamos hecho todo lo que estaba en nuestras manos y aún asi no veamos el resultado que esperamos, solo nos queda confiar en que Jesús hará el resto, el cómo ya queda a Su cargo y en Sus manos, confiar en El nos trae paz y seguridad, El sabe mejor que nosotros lo que necesitamos. Acércate confiadamente al trono de su Abundante Gracia. Dios te Bendiga

Exhortación a dejar el ''Viejo hombre''




Carta a los Efesios - Cap. 4
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

La forma imperativa de la carta de Pablo a los Efesios exige una verdadera transformación de actitudes, utilizando analogías en las cuales podemos tener bien claro cuál fue y es el propósito de su carta, inspiración del Espíritu Santo de Dios.
Aquel que quiera vivir una vida que agrade a Dios, debe tener muy en cuenta las muchas exhortaciones de Su Palabra, el caminar en Cristo empieza desde el momento en el que lo reconocemos como nuestro Salvador. Siendo ''niños'' somos alimentados por Su Palabra esto es para crecer y desarrollar el Nuevo Hombre que debe llegar a la estatura de Cristo, es lo que declara la Palabra de Dios, que maravilloso es saber que Dios nuestro Padre espera que seamos como Su Hijo Amado, es un gran desafío hoy día para el pueblo de Dios y para cada creyente en particular. Dios en Su Palabra nos exige que seamos hacedores y no tan solamente oidores, es una tarea que nos demanda una disciplina espiritual que debe empezar en nuestras mentes, pues las decisiones surgen allí y es el lugar donde Dios impacta de tal forma para colocar Sus principios de Vida, pues la Nueva Criatura (2da. Corintios 5:17) que debe crecer en cada uno de nosotros es Obra de Su Santo Espíritu.
Dios espera que crezcamos, si o si, no hay alternativa a esto, depende de tí, de tu decisión de cada día para hacer lo bueno, ser edificados y parecernos un poco más a Cristo.
Si te consideras cristiano e hijo de Dios. Tienes el desafío puesto delante de tí.
Hoy tienes que tomar una decisión, empieza Hoy a parecerte más a Jesucristo, estoy seguro que
el Espíritu Santo de Dios será el que te guíe para hacerlo y te dará el Poder para cumplirlo.
Bendiciones en Cristo